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Yo no tengo tu celo

Hola amiguitos!!!!! Papi ultimamente dice que a ver si me tranquilizo, que me estoy haciendo mayor aunque no entineda yo muy bien qué significa todo eso ni por qué pasan tantas cosas en casa.

Todo empezó cuando la yaya le dijo a papi que yo había cogido el celo. Antes de nada quiero que quede claro, yo no he cogido nada aparte de los peluches, llaveros  y pulseras de papi. Bueno sí, el papel higiénico también lo cojo de vez en cuando. Pero, ¿el celo? ¿Para qué iba yo a querer algo que sirve para pegar? No entiendo nada.

El caso es que la yaya llamó a la señorita de rojo gafotas y estuvieron hablando de que si yo tenía el celo, y muy mimosa intentaba decir que yo no había cogido el rollo de celo, que estaba en el cuarto de papá en el tercer cajón, que lo usa para pegar cosas en la pared. Pero nada, a pesar de mis mimos, que el celo para allá o para acá. Total, que la señorita de rojo gafotas dijo que esperasen unos días y me llevaran allí, al centro de torturas.

Ya un buen día papi trajo el transportín, y yo, como siempre he tenido mucho aprecio a los sitios cerrados (da igual bolsas, cajas o lo que sea) pues entré con sumo gusto. Y vaya, a papá se le cerró accidentalmente la puerta y me quedé dentro. Entró en el coche y justo se dio cuenta de que yo estaba allí. Tarde ya, claro porque él se tenía que ir al centro de torturas a no sé qué, creo que a comprar un nuevo celo, porque seguía sin encontrarlo y me culpaba a mí. 

Ya en el centro de torturas se me acercó un gato gordo enorme con pupas al que están curando y a mí no me hizo ninguna gracia pero no se asustaba de que lo gruñera. La señorita de rojo gafotas empezó con su ritual de saludos cursis y bla bla bla y yo con el mío: bufar, zarpazos, gruñir... Y por si no fuera poco de que me habían llevado allí por error y sin darse cuenta, van y me meten en una jaula especial y me pinchan. A partir de ahí me quedé dormida y no sé nada más, pero papá dice que ya no tengo el celo, que me lo sacaron de dentro. 

Yo sigo intrigada qué empeño tienen con que cogí el celo, pero puedo prometer que sigue dentro del tercer cajón. Total, que os dejo un vídeo que ha hecho papi con la visita al centro de torturas, mi test de leucemia felina y alguna cosa más de después, que me pusieron un vestidito de diseño exclusivo de Giorgio Mariani.


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