Páginas

La señorita de rojo gafotas

Hola Amiguitos!!!!! poco a poco voy creciendo y eso implica sufrimiento.

Papá ultimamente trabaja demasiado y claro cuando viene a casa tampoco me hace especial caso aunque yo sigo mordiéndole las orejas por las mañanas para animarle a madrugar y que se acuerde de mí.


Mamá ha venido algún día pero dice que soy muy bruta. No sé qué significa eso ni qué quiere decir con ello, pero se enfada mucho cuando intento jugar con su pelo, los flecos de sus abrigos y demás.

Tensiones está malita de los ojos, además sigue sin gustarle jugar conmigo, bueno, más bien que yo juegue con ella, bueno, que la persiga hasta la saciedad.

Los yayos se enfadan constantemente porque juego por el cortijo y me gritan pero papá sospecha que estoy medio sorda porque no hago ni caso a nada, además cuando veo que se enfadan mucho, vuelvo a casita otra vez con papi y me tumbo encima suyo un ratito.

Sin embargo mi crecimiento tiene un dolor físico horrible, papá me ha llevado a ver a la señorita de rojo gafotas. En el fondo me suena de algo pero no me gusta nada ir allí. Me coge del cuello, me estruja contra una mesa de metal y me clava una aguja. Dice que si es por mi bien y que bla bla bla bla bla, leucemia, bla bla bla bla bla, rabia, bla bla bla bla bla, salir a la calle, bla bla bla bla bla y luego que si no se qué Dylan, que no tengo ni idea de quién es. Sospecho algo de un canino pulgoso de esos porque lo he visto en una foto. Después sigue con su bla bla bla bla bla, pero sigue haciéndome daño la arpía esa. Y por si fuera poco, coge y me tira una pastilla dentro de la boca, pero, ¿qué se cree esa señorita con tanto pinchazo y pastillitas? ¿Que estamos en Ibiza? Menudo colocón.

Y nada, por lo visto ese tal Dylan fue quien me cuidó o algo así le entendí a la señorita de rojo gafotas, y debió cantar en un concierto o no sé qué donde papá estuvo trabajando, ha dejado un vídeo sobre todo ello que, por supuesto, no pienso ver, porque lo único que me interesa del ordenador es la flechita que se mueve por la pantalla.

Al final entre tanto bla bla bla bla bla de la señorita de rojo con gafas ya no entiendo nada, sólo sé que vamos en coche de allá para acá y que yo no le dejo a papi que conduzca a gusto, lloro un poquito y así acaba metiendo su mano en mi cajita y yo me apoyo encima. 

Me he hecho algún selfie con papi donde se ve lo mona y simpática que soy, os lo dejo en el vídeo; así soy yo.


Música: excómunion - fueron, somos, serán

1 comentario:

  1. Esa es una novia de satán. En vez de los selfis podías haber sacado la foto cuando me atacaba. Y podías ayudar a sujetar la gata en vez de grabarla

    ResponderEliminar